domingo, 4 de mayo de 2014

¿Quién debe gobernar?

Aceptando que alguien deba de gobernar, que quizá no sea necesario aceptarlo, me doy cuenta de que a lo largo de la historia ocasionalmente ha podido gobernar una sola persona, un número limitado de personas, o toda la comunidad. Si yo tuviera que elegir quién debe gobernar me decantaría por la tercera opción. A continuación voy a intentar explicar por qué.
Cuando gobierna una persona sola se puede tratar de un rey absoluto, un dictador. No estoy de acuerdo con esta forma de gobierno porque se imponen al resto de personas, la mayoría de las veces por la gracia de Dios, sin justificar sus actos. Al tener un poder absoluto se vuelven personas despiadadas. Estas personas llegan al poder por medio de la fuerza la violencia y el uso de las armas, y se mantienen en el poder por medio de la represión. Podemos ver ejemplos en el caso de los fascistas en Italia, como Mussolini consiguió tener un poder absoluto a costa de asesinar a los que no compartían sus ideas fascistas. Hitler, los nazis en Alemania y sus grupos de Asalto que ejercían terror en toda la población gitana, homosexual, judía, y personas de partidos comunistas. Franco en España dando un golpe de Estado y provocando una guerra civil de tres años, después fusilando a todos los que se rebelaron contra él o eran sospechosos de ello. Lo  que se consigue con violencia solo se puede mantener con violencia. Gandhi.
La segunda opción que contemplábamos al principio es el gobierno de un grupo limitado de personas, como es el caso de la aristocracia. En las épocas en que esta gobernaba, las únicas personas que podían votar, y participar en política eran las clases privilegiadas, aprobando medidas que solo les beneficiaban a ellos y a costa del resto de la población. Durante el despotismo ilustrado sostenían que ellos eran los únicos que debían gobernar debido a que tenían estudios y sabían cómo hacerlo, el pueblo llano no tenía ni idea de política y no debían opinar. Siendo cierto que durante el despotismo ilustrado se fomentó  la educación, se racionalizo la administración y la sociedad en general se modernizo, de todas formas estos cambios fueron muy escasos, fomentando el descontento y las revoluciones liberales.
Con la Revolución Francesa comenzó la democracia, con la participación de toda la comunidad a través del sufragio universal masculino. Esta es la tercera forma de gobierno de la que voy a hablar. La democracia actual, en la que todos los ciudadanos podemos votar. La democracia actual, en contra de lo que sostenía el despotismo ilustrado, defiende que todos tengamos derecho a decidir a nuestros gobernantes, a participar en política aunque cometamos errores. La ventaja que puede tener la democracia es que las medidas que se toman benefician a la mayoría. De todas formas la democracia que tenemos no es real. Esto no es una democracia real porque las medidas que se toman si contar con la ciudadanía son para beneficiar al gran capital, grandes multinacionales y entidades bancarias, también para beneficiarse  ellos mismos. Los gobernantes toman estas medidas dando la espalda a la población, sin consultarle, estos actos siempre los justifican afirmando que son un gobierno legitimo que ha sido elegido por la ciudadanía, pero a ningún ciudadano le han dado la oportunidad de elegir si prefieren pagar la deuda o mantener la sanidad pública. Hay un grupo de personas que al percatarse de lo que ocurre salen a la calle a protestar, movimientos como el 15-M que exigen democracia real ya. Pero de todas formas la mayoría de personas creo que son indiferentes a la política real, saben que les están engañando pero no les importa porque opinan que no les va afectar, piensan solo en su pequeña realidad. También por egoísmo, he oído a personas decir que les da igual lo que esté haciendo el gobierno, solo protestarán cuando les afecte directamente a sus puestos de trabajo. Esta democracia representativa hace que los problema reales se perciban lejanos o incluso ajenos para una parte de la población.
No creo en la democracia que tenemos actualmente, en definitiva creo que aunque nos digan lo contrario, a través de la televisión, los libros del colegio, no tenemos ningún poder, ya que los gobernantes que tenemos no están gobernando para nuestro beneficio, para intentar mejorar nuestra calidad de vida, sino que gobiernan exclusivamente para las grandes empresas, bancos etc, cada vez hay más ricos, y cada vez son más ricos, a costa del sufrimiento de el resto de la población.
A pesar de lo anterior,  podría creer en una democracia más directa, en que de verdad gobernara la ciudadanía, que los ciudadanos se sintieran responsables a través de referéndum, donde se consultara a la población a la hora de tomar medidas que les perjudique. Internet nos facilitaría esta posibilidad. Una democracia que naciera la educación,  los valores éticos y la reflexión filosófica, y a la vez las fomentara.  

En conclusión, creo en una sociedad en la que gobernara la ciudadanía, de un modo directo y buscando el beneficio de todos y no solo de una clase social, como por desgracia ocurre ahora con la clase privilegiada.

¿Es posible una sociedad sin Estado?

¿Es posible una sociedad sin Estado? Yo apostaría por una sociedad con un Estado si este no fuera opresor. Dado que me parece imposible que ningún Estado cumpla esta condición, sería partidaria de la vida en comunidades autorreguladas. Pero no sé por qué, también esto me parece muy improbable. Sobre este tema voy a hablar en las próximas líneas
Ventajas de vivir sin Estado. Si yo pudiera trasladarme como Rousseau al Estado natural, al sin-estado, para mí la mayor ventaja es que se acabaría con la injusticia, con el poder sobrehumano que tiene el gran capital. Acabaríamos con las grandes fortunas que se benefician con el sufrimiento, la explotación de la clase trabajadora. Acabaríamos con ellas porque destruiríamos sus armas,  los grandes partidos, que aparentemente democráticos pactan a espaldas de la población sus medidas, exigidas por la troika, que no han sido  aprobadas por el pueblo. Estas medidas son exclusivamente para beneficiar a las grandes fortunas, la banca, los opresores capitalistas y para ellos estas medidas antidemocráticas son más importantes que pequeñas ayudas que no solo mejoran sino que permiten la vida del pueblo oprimido. La policía, supuestamente creada para proteger a la población, pero actualmente en la época que estoy viviendo solo la veo utilizada por los gobernantes, (de los grandes partidos) en su beneficio, y en beneficio de los grandes empresarios, golpeando a los manifestantes, al pueblo cuando se moviliza exigiendo medidas básicas, ejerciendo toda la represión de la que dispone  sobre cualquier persona que hace el mínimo acto de rebelión.  La justicia que está en manos del Estado, no es igual para todos, en las cárceles solo hay pobres e inmigrantes. Los grandes empresarios, políticos, entidades bancarias siempre salen impunes de sus delitos.
En una sociedad sin Estado, no habría leyes, sino pactos entre las personas de una comunidad. Para mí sería posible una sociedad sin estado si existieran comunidades que se autorregulan. Son sociedades formadas por un número reducido de personas, todo se decide mediante pactos, los niños serían educados por los padres y la comunidad, no habría violencia ni desigualdades, más que las naturales, como dice Rousseau. En esta sociedad no existiría ejercito porque no tendríamos que protegernos ya que estas comunidades no se amenazarían unas a otras.
Ventajas de vivir con Estado: vivimos en grandes comunidades, con mayor número de personas lo que nos obliga a escoger a personas que nos representen para tomar las decisiones y gestionar el Estado y nosotros podemos dedicarnos a otra cosa. El problema surge cuando los representantes  se distancian de la población, y crean una nueva clase social. Es esta clase social la que al final acaba generando leyes injustas, buscando su propio beneficio en contra de la población. No obstante veo ventajas en una sociedad con un determinado tipo de Estado, como le pasaba a Hobbes. Aunque me distancio de este autor pensando en un Estado justo, que vele por los intereses de la mayoría, es decir del pueblo, protege a los débiles, hace leyes para que sea posible la convivencia, se dota de una hacienda que posibilita el estado de bienestar, financiando la sanidad pública, la educación pública, etc. Cosas todas ellas tan necesarias.

Vistos los pros y los contras me gustaría vivir en una sociedad sin Estado, aunque es una utopía, porque sé con certeza que nunca se va a formar, y pongo en duda que sea posible. Por otra parte no dejo de ver los beneficios de una sociedad con Estado, si este es justo y no como los actuales. Razón y utopía contrapuestas. Anarquía, como mi sueño, y Democracia como una necesidad. 

Cansancio

"Que ganas tengo de llegar a casa", todo el mundo repite esa frase continuamente. Yo también.
Cuando estoy cansada, tengo frío, estoy enferma, lo único que quiero es ir a mi casa para descansar y estar tranquila. Cuando tengo una buena noticia también, lo único que quiero es llegar a casa y compartirla.
 Para mí tener casa es tener un lugar donde resguardarme, donde aprender, compartir, donde vivir. Nuestra casa es un lugar esencial para desarrollarnos."
A partir del año 2000, empezó a enraizarse la idea, alquilar es tirar el dinero, la gente decía, ¿para qué vas a pagar un alquiler, si por el mismo dinero pagas tu hipoteca? si pierdes tu trabajo vendes tu casa y algo sacas, el precio de la vivienda nunca baja.
Desde que comenzó la crisis económica en nuestro país se han producido 400.000 desahucios. Actualmente, se produce un desahucio cada 15 minutos, y las personas que se quedan sin casa quedan totalmente fuera del sistema ya que siguen teniendo una deuda de por vida.
Debido a esta situación es la sociedad civil la que se moviliza y se organiza para buscar soluciones. Consultan a expertos y denuncian este problema, nacen nuevas plataformas como la PAH.
Para la PAH los desahucios no son un problema social, sino una estafa, debido a que la decisión de hipotecarse no fue tomada libremente. Comprar era casi la única opción para tener casa, ya que la política fiscal lo favorecía  y los alquileres eran mucho más inaccesibles. Por otra parte, el Estado, y los miembros del gobierno,  te animaban a comprar porque era seguro y más rentable. Las entidades bancarias  te daban créditos fácilmente, que ahora resultan tener clausulas abusivas. Inflaban los precios de las viviendas y los notarios no informaban de los posibles riesgos.
No fue nuestro error, fue una estafa diseñada, promovida, consentida, amparada y luego premiada por el Estado con los rescates multimillonarios a los bancos.
A los dos grandes problemas: las deudas ilegítimas y las familias expulsadas a la calle, dos propuestas de solución. La más destacada de la PAH es la dación el pago. Cuando te desahucian tu entregas tu casa y quedas liberado de la deuda, para poder continuar con tu vida. La segunda propuesta, alquileres sociales. Casas vacías rescatadas en beneficio de las familias más vulnerables.
Más de 400.000 desahucios, más que en ningún país de Europa; el mayor parque de casas vacías de nuestro continente...¡vergonzoso!

En nuestro entorno hay más de 400.000 familias que no pueden llegar a casa por culpa de las entidades financieras. Políticos que ordenan a los antidisturbios sacar niños de sus casas mientras están desayunando. Personas con deudas de por vida, que jamás podrán volver a incorporarse al sistema.  Habrá niños que cuando estén cansados o enfermos no puedan ir a su casa a descansar, familias sin un lugar donde compartir su vida, donde desarrollarse.  ¿Cómo podemos seguir tolerando estos sucesos, y permitiendo que personas se beneficien a costa de la pobreza absoluta del resto de la población?